La música ocupa un lugar privilegiado en la película. De hecho, Richard Glatzer y Wash Westmoreland cuentan la película sobre un telón de fondo reggaeton, un tipo de música a caballo entre lo tradicional y lo moderno. Este estilo musical ilustra las influencias a menudo contradictorias de la comunidad latinoamericana, y también su extraordinaria vitalidad.

La palabra reggaeton está formada por “reggae” y “maratón”. Surgió en los barrios latinos a finales de los noventa y se hizo muy popular, propagándose rápidamente por el extranjero. Puede describirse como una mezcla explosiva de música hispana tradicional, reggae jamaicano, bailes latinoamericanos como la bomba o la plena, y de hip-hop. También contiene rap. Las letras, más al estilo hip-hop que de bailes latinos, suelen ser controvertidas debido a su vertiente política y sus connotaciones misóginas.