Sophie y Jason son extraños de la misma forma que cualquier pareja es extraña cuando está sola. Viven en un pequeño piso en Los Ángeles; odian sus trabajos, y dentro de un mes adoptarán a un gato callejero llamado Paw Paw. Como si se tratara de un recién nacido, necesitará que le cuiden las 24 horas del día: puede que muera dentro de cinco meses o que viva seis años. A pesar de sus buenas intenciones, la idea de perder la libertad les aterra a ambos y por eso deciden dejar el trabajo, abandonar Internet, para lanzarse tras sus sueños. Sophie quiere crear un baile y Jason quiere dejarse guiar por el destino.

Pero a medida que pasan los días, Sophie se siente paralizada y humillada. En un momento de desesperación, llama a Marshall, un hombre de carácter firme de 50 años al que apenas conoce y que vive en el Valle. En este mundo aburguesado, no tiene que ser ella misma. Mientras siga allí, nunca volverá a verse obligada a intentarlo (y a fracasar). Sophie y Jason viven en dos realidades diferentes, vacías y aterradoras. Ahora deberán reencontrar el tiempo, el espacio y sus almas, si quieren volver a casa.