Querida Wendy :: Entrevista con Thomas Vinterberg y Lars Von Trier
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Lvt: Lars Von Trier Tv: Thomas Vinterberg
 
LVT:   No recuerdo, puede que le pasara el proyecto psicológicamente a Thomas.
TV:   Al principio, más que la historia, me fascinó la idea de dirigir algo escrito por Lars. Siempre que hemos trabajado juntos, nos lo hemos pasado muy bien a pesar de que nuestro enfoque es totalmente diferente. Quizá eso me inspiró aún más. Después, cuando leí el guión, me sentí atraído por muchas cosas. Me atrajo mucho la idea de hacer un retrato de grupo basado en una historia tan loca que contiene tantos aspectos geniales del comportamiento social, algo que me interesa mucho como director. Entendí por qué Lars pensaba que yo podía aportar algo al proyecto.
LVT:   En principio escribí el guión para dirigirlo yo mismo, pero era importante conseguir un tono realista para esta historia o todo el peligro se perdería.
TV:   Nuestra forma de hacer cine es totalmente diferente. Empiezo a partir de una característica, una tensión entre dos personas y, poco a poco, me abro camino en la historia. Lars hace exactamente lo opuesto.
LVT:   En realidad, empiezo con la música. Me guardo canciones, discos. The Zombies eran uno de ellos, su sonido las emociones que sacan. No les escuchaba cuando empezaron, pero ahora llevo años siguiéndolos. No se nota en la película, pero hay un momento en que el guión está totalmente construido alrededor de las canciones.
 
TV:   No. De hecho, al principio, tampoco quería. Luego me di cuenta de que había cosas en el guión que debían tomarse como reglas, como cimientos para la película que rodábamos. Es el perfecto ejemplo de lo diferentes que somos. Yo siempre empiezo a partir de lo que funciona emocionalmente, mientras que Lars es capaz de construir toda una secuencia alrededor de los diálogos, de palabras. Yo trabajo más intuitivamente, menos matemáticamente. Es muy posible que algo se pierda en el intento.
LVT:   O que se gane mucho.
TV:   Lo mejor de esta experiencia fue trabajar con un guión tan cerrado, tan bien construido. Soportaba bien los desafíos.
LVT:   No le venía mal que se metieran con él.
TV:   Quizá lo necesitaba.
LVT:   En mi opinión, necesitaba vida
TV:   Es mejor que lo digas tú, pero creo que necesitaba un toque de vida menos lógica, más irracional. Pero tardé algún tiempo en compartir la fascinación de Lars por The Zombies. Sabía que era necesario sentir esa fascinación para querer usarlos en la película.
LVT:   Pero ahora la compartes, ¿verdad?
TV:   Desde luego, me parecen geniales.
 
TV:   Forma parte de la identidad de la película; además, me gustan este tipo de voces en off. También vi que era mi peor enemigo o mi mayor reto, ya que va totalmente en contra del cine que propongo. El peligro de una voz en off es que puede alejar al espectador de la historia en vez de meterle en las emociones que transcurren en la pantalla. Pero, en este caso me gusta. Para mí, el protagonista es como Lars y por eso es fantástico que hable como hablaría Lars. Pero hicimos unas cuantas cosas para alejarle de Lars. La primera fue quitarle doce años, la otra fue conseguir que lo interpretara Jamie Bell. Siempre ocurre con un actor. Su aspecto y su forma de hablar acaban por cambiar completamente el concepto que se tiene del personaje.
LVT:   Hacerle más joven me pareció una buena idea desde el principio.
TV:   El reparto fue lo que nos llevo más tiempo y en lo que invertimos más dinero. Éramos conscientes de que debíamos juntar un grupo perfecto para que funcionara.
LVT:   En mi opinión, funciona muy bien.
TV:   Sí, son muy buenos. Varios actores de talento estaban interesados en trabajar con nosotros, pero creo que Dick es el más vulnerable de todos. Es un personaje que manipula a mucha gente y acaba creando algo bastante horrible a su alrededor, a pesar de ser un chico muy joven. Hablé mucho con Jamie del personaje hasta conseguir conferirle un ancla emocional. Hubo que explicarle por qué empieza a hablar con un revólver, cosas así.
LVT:   Nunca he entendido por qué fue problemático.
TV:   Claro, porque decidiste que es así, eres así. Decides que ese chico está enamorado de su revólver. Pero yo no puedo limitarme a aceptarlo y ponerlo en marcha. Había que encontrar una explicación, la soledad, querer escapar de la realidad, cosas así, demasiado banales para incluirlas en la película, pero que nos servían de trampolín emocional.
LVT:   Me encanta contar una historia así, sobre todo porque en la Escuela de Cine nos enseñaron que nunca hiciéramos eso. Toda mi primera película era una voz en off. Supongo que tengo ambiciones literarias que plasmo escribiendo largas historias. La voz en off me permite explicar muchas cosas que tardaría una eternidad en explicar mediante imágenes. Analiza, hace sugerencias para que algo se entienda mejor. Barry Lyndon me gustó muchísimo, sobre todo la voz en off. He intentado emular ese tono porque me viene muy bien. El mismo tono sarcástico también domina Manderlay.
 
LVT:   Nunca cogí una pistola hasta que estuve en la Escuela de Cine. No se nos permitía rodar con armas auténticas, así que decidí hacerlo. Pero nunca he disparado una, aunque he disparado con rifles y fusiles.
TV:   También disparé un arma de fuego por primera vez en la Escuela de Cine. Aunque no sean reales, tienen bastante retroceso. Una vez intenté ir de caza con un rifle, pero no cacé nada. Un pájaro me pasó justo encima, pero había olvidado quitar el seguro. Tuve un subidón de adrenalina, pero no maté nada. Me crié en una comuna, así que nunca tuve un arma de juguete. Eso sí, los actores y yo hicimos prácticas de tiro para la película. Probamos diversas armas, incluso me atreví con un AK47. Es extraño, disparar produce una emoción muy peculiar. Casi diría que es adictivo.
LVT:   ¿Adictivo?
TV:   Sí, nada más probar el rifle, tenía muchas ganas de seguir. Luego, con el tiempo, la sensación desapareció. La verdad, tampoco duró mucho.
LVT:   Da igual lo que se investigue, siempre se puede encontrar algo atrayente. La belleza reside en el detalle; la moralidad y la ética son otra cosa. Cuando se está con gente interesada en las armas, aparecen expresiones como “poder de detención”, cosas así. Es una especie de fetiche. No hay más que entrar en Internet, hay miles de webs dedicadas a ésto en las que la gente dedica poemas a sus armas y hacen cosas aún más retorcidas.
TV:   He aprendido mucho de pistolas. Lars tiene razón cuando dice que es una herramienta asombrosa y que su estudio puede ser fascinante. Pero hay una gran diferencia entre esto y su uso. Me educaron en la filosofía de que las armas simbolizaban algo malo, pero no son más que objetos que pueden usarse para bien o para mal.
 
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