La familia Celliers es como cualquier familia, todos sus miembros están locos de atar.

Mady, ama de casa de unos espléndidos 60 años, se pasa la vida hablando mal de sus dos hijas y de su marido Henry, ex director general, un hombre extraño que parece estar en franca regresión desde que se ha jubilado. Antoine, el hijo mayor, director de empresa incapaz de llevar a buen puerto un negocio, sale de una quiebra para meterse en otra; su hermana Alice pinta obsesivamente madonas depresivas. En cuanto a Annabelle, es enfermera en una unidad de cuidados intensivos, intenta desesperadamente salvar a su familia prediciendo su futuro en las cartas.

Todo seguiría como siempre si Alice no hubiese conocido por casualidad a Jacques, un policía solitario y de vuelta de todo, que será el grano de arena que detendrá la maquinaria perfectamente engrasada de las neurosis familiares, hasta que todo estalle… Para bien o para mal.