Sirven pizzas congeladas, hamburguesas de pescado con ensalada de patatas, hamburguesas hawaianas y macarrones con queso. El restaurante “Soul Kitchen”, en Hamburgo, concretamente en el barrio de Willhelmsburg, no es conocido por ofrecer una cocina delicada, pero los habituales del barrio están encantados con lo que Zinos (Adam Bousdoukos), un alemán de origen griego, saca de la freidora, y aún más con la música. Soul, funk y rembetiko llenan el viejo almacén que Zinos comparte con Sócrates (Demir Gökgöl), un viejo constructor de barcos. Pero el restaurante da mucho trabajo y Zinos se presenta con mucho retraso a la fiesta de despedida que da su novia Nadine (Pheline Roggan). Esta fría belleza de buena familia está a punto de volar a Shanghái como corresponsal de un importante periódico.

El destino quiere que Zinos presencie el momento en que el dueño del restaurante (Peter Lohmeyer) despide al excéntrico cocinero (Birol Ünel) por no querer calentar un gazpacho. Shayn Weiss, el cocinero, grita al irse: “¡Quieres vender lo que no se vende: el amor, el sexo y el alma!” Zinos se queda impresionado. Un día, intentando levantar el lavaplatos, se hace daño en la espalda. Entonces decide contratar a Shayn de cocinero y empiezan los problemas. Shayn es un excelente cocinero, pero los clientes habituales boicotean el restaurante porque ya no sirve comida rápida. Los únicos en aceptar el cambio son Illias (Moritz Bleibtreu), el hermano de Zinos que acaba de salir de la cárcel, y sus dos acólitos.

Atacan a Zinos por todos lados. Nadine insiste en que vaya a Shanghái a vivir con ella. La inspectora de Hacienda (Catrin Striebeck) confisca el equipo de música, y el inspector de Sanidad (Jan Fedder) amenaza con cerrar el restaurante. A pesar de sus problemas de espalda, Zinos rechaza la oferta de un agente inmobiliario (Wotan Wilke Möhring).

De pronto, su suerte cambia. Se ha abierto una escuela de danza en un edificio cercano y los nuevos clientes están encantados con la comida de Shayn y con el grupo de rock del camarero Lutz (Lucas Gregorowicz). El hermano de Zinos se enamora de la camarera Lucia (Anna Bederke) y pide a sus dos amigos que roben un equipo de música para poder impresionarla con sus dones como DJ. Se corre la voz de los cambios en el “Soul Kitchen”, y en cuestión de semanas se convierte en el lugar de moda de la ciudad.

Con una relación amorosa a distancia que parece estar a punto de romperse, le cuesta disfrutar del éxito. Nadine ya no quiere que vaya a China, pero Zinos decide ir de todas formas para saber de una vez por todas qué ocurre. Estudia la posibilidad de vender el restaurante a Neumann, aunque desiste y prefiere dejarlo en manos de su hermano Illias cuando se entera de que el agente inmobiliario solo quiere arrasar el edificio.
La primera noche de Illias como nuevo encargado del Soul Kitchen parece del todo normal. Está con sus amigos, fuma, bebe y apuesta calderilla en una partida de póquer. Aparece Neumann diciendo que solo quiere tomar una cerveza, pero no tarda en unirse a la partida. Las apuestas suben, Illias gana una mano tras otra hasta que, de pronto, la suerte vuelve a cambiar…
Zinos, el joven dueño de un restaurante, está de mala suerte. Su novia Nadine se ha mudado a Shanghái por trabajo, tiene una hernia discal y sus clientes habituales le han abandonado desde que contrató a un nuevo cocinero. Pero cuando se corre la voz de su nuevo concepto de restaurante, la gente enrollada hace cola para comer en el “Soul Kitchen”. Esto no cura el corazón roto de Zinos, que decide subir a un avión para reunirse con Nadine en China, y confía el restaurante a su hermano Illias, un ex convicto. Zinos acaba de tomar dos decisiones totalmente equivocadas. Illias apuesta el restaurante y debe entregarlo a un dudoso agente inmobiliario, y Nadine tiene un nuevo amante. Sin embargo, los dos hermanos aún pueden recuperar el SOUL KITCHEN si dejan de discutir y empiezan a trabajar en equipo.
Soul Kitchen es una historia acerca de la familia y los amigos, el amor, la confianza, la lealtad y la lucha por proteger algo llamado hogar en un mundo cada vez más imprevisible. Fatih Akin ha reunido a algunos de los mejores actores de sus anteriores películas: Adam Bousdoukos (Corto y con filo, Contra la pared), Moritz Bleibtreu (Solino, In July) y Birol Ünel (Contra la pared, In July).