Nuri Bilge Ceylan

Nació en Estambul en 1959. Después de licenciarse en Ingeniería en la Universidad del Bósforo, cursó estudios de Cinematografía en la Universidad Mimar Sinan de Estambul.

1995 Koza
(Cortometraje – Blanco y negro)

1997
Kasaba (El pueblo)
(85’ – Blanco y negro)

1999
Mayis Sikintisi (Nubes de mayo)
(117’ – Color)

2002
Lejano (Uzak)
(110’ – Color)

2006
Los Climas (Iklimler)
(97’ – Color)

Declaración

LOS CLIMAS ha sido mucho más complicada que mis películas anteriores: Un rodaje dos años, un equipo más numeroso, largas esperas que aumentaban el estrés. También fue necesario esperar el cambio de las estaciones.

Rodar una película en Turquía: No es caro.

Rodé en digital de alta definición, lo que me permitió filmar muchas más cosas, pero implica un montaje más complicado debido a la cantidad de material y un gran trabajo a la hora de corregir el color.

Tiendo a depurar, lo que llevó a descartar muchas escenas. Durante el montaje, a veces intentaba acelerar el ritmo de la película, pero no puedo ir contra mi propio equilibrio.

Tener sentido del humor, claro, pero rodar una comedia, nunca, no sería capaz.

La pintura es una gran fuente de inspiración. Para LOS CLIMAS pensé mucho en un cuadro de C.D. Friedrich en el que un hombre de espaldas contempla la naturaleza. También sigo haciendo fotos, fue mi profesión durante un tiempo. Actualmente hago fotos de paisajes turcos en formato panorámico.

Una pareja que quiere volver a empezar desde cero, pero que no lo consigue y vuelve a ser como antes. También he pasado por eso, como todos.

Solo ruedo con actores que conozco bien, amigos o parientes; en este caso, mi mujer y mis padres. Tanto durante la escritura del guión como durante el rodaje, conocer su comportamiento y sus personalidades me ayuda y nutre la película.

No me veo interpretando un papel para otro director, me gusta controlar los acontecimientos.

Como a mi personaje en la película, me gustan las ruinas. A mi padre le apasionaban los restos arqueológicos y a menudo me llevaba con él a visitarlos. Ante las ruinas, pienso en cómo vivían entonces, y eso me devuelve a mi vida, me entran ganas de deshacerme de muchas cosas.

Palabras recogidas por Sabrina Champenois
LIBÉRATION

Entrevista

Después de tratar de la familia en LEJANO, ahora le toca a la pareja en LOS CLIMAS. ¿Por qué escoge temas tan universales?
No escojo los temas, ellos me escogen a mí. LOS CLIMAS no es una película autobiográfica, es una ficción. Sin embargo, los sentimientos que se expresan si son míos.

¿Es difícil interpretar a una pareja en crisis con una actriz con la que está casado en la vida real?

No. De hecho fue más fácil. Si partimos del principio de que la vida es una representación permanente, bastó con alargar este estado ante la cámara. Generalmente estudio el papel que un actor hace en su propia vida. Si no es bueno, tampoco lo será en el cine. Hicimos muchas pruebas para descubrir si la pareja funcionaría en la pantalla.

En otras palabras, necesita la realidad para alimentar la ficción.
Si se refiere a la vida cotidiana del actor, no, pero sí de su comportamiento en la vida, su forma de moverse, de escuchar.

¿Por qué decidió estar detrás y delante de la cámara?
Porque siento curiosidad de mí mismo. Si me hubiera parecido que no estaba a la altura durante los ensayos, habría buscado a otro actor para hacer el papel. De hecho, no volverá a ocurrir. Quiero controlar el rodaje y tengo la impresión de que se me escapan cosas cuando estoy delante de la cámara; no puedo seguir el movimiento de los actores ni jugar con la cámara tal como me gusta. Es una sensación intranquilizadora.

Su personaje es un machista que no da una imagen muy halagüeña de los hombres.
No he inventado ese lado oscuro del hombre. Lo veo cada día. Por eso es fácil verse en ese personaje muy concreto, anclado en el realismo. Además, no podía tener el mejor de los papeles. Desde el momento en que decidí actuar en la película, supe que debía ser despiadado conmigo mismo si quería ser convincente.

El título de la película, LOS CLIMAS, hace referencia a las estaciones que marcan el relato y al estado cambiante de los sentimientos de los personajes.
Sí. El verano suele ir acompañado de sentimientos positivos; sin embargo he vivido numerosos momentos trágicos en esa estación. El sol y un lugar paradisíaco no bastan para olvidar el infierno. Por eso quise que la pareja se separara bajo un sol aplastante y que volviera a encontrarse en pleno invierno, bajo la nieve. Es una forma de jugar con las paradojas.

¿Por qué ha preferido el digital al 35 mm?
Es evidente, el digital es mucho más flexible. Además, tengo la impresión de renovarme con esta nueva tecnología. Ya sé que la belleza de una película no depende del soporte, sino de los encuadres y de la luz, pero creo que el digital abre nuevos horizontes aún sin explorar.

¿LOS CLIMAS fue proyectada en digital en el Festival de Cannes 2006 a petición suya?
La película fue rodada a 25 fotogramas por segundo. Si se proyecta en 35 mm, la velocidad sería de 24 fotogramas por segundo. Era necesaria una proyección digital para conservar la definición. Aunque me gustaría que el público descubriera la película en este soporte, sé que no es posible ya que la gran mayoría de las salas aún no están equipadas de momento. De hecho, la discusión entre el digital y el 35 mm me recuerda la controversia entre el CD y el vinilo.

¿Cómo ve el cine turco?
Es una pregunta difícil porque no creo que el cine deba verse por nacionalidades. En mi opinión, cuenta más la personalidad de un artista que su nacionalidad. Por ejemplo, me parece que Ozu está más cerca de Kiarostami que de Kurosawa. En realidad, todo es cuestión de sensibilidad. Por eso me cuesta hablar del cine turco como de una cinematografía nacional.

Anthony Bobeau • LE FILM FRANÇAIS

Diseño y programación: CAB