Aprovechando que Vibeke Windelov, mi productora durante los últimos diez años, se ha ido y la llegada de Meta Louise Foldager para ocupar su puesto, he reorganizado mis actividades profesionales con el fin de volver a recuperar mi entusiasmo original por el mundo del cine.

Durante los últimos años he notado el peso creciente de costumbres y esperas estériles (mías y de otros) y siento la necesidad urgente de poner orden en todo esto. En cuanto a la producción de películas, significará que habrá más tiempo en un marco más libre; los proyectos se beneficiarán de un auténtico desarrollo y no tendrán que responder a ideas preconcebidas. Esto me liberará de la rutina y, sobre todo, de sistemas de escritura repetidos de película en película.

Tengo la intención de reducir el tamaño de mis películas en cuanto a financiación, tecnología, equipo técnico y reparto, pero consagraré más tiempo al rodaje. Quiero que el estreno de mis películas corresponda a su naturaleza más austera y que intenten llegar a su auténtico público; se lanzarán sin tanto glamour, sin estrenos mundiales en festivales prestigiosos y exóticos.

Reduciré de forma drástica mis relaciones con los medios, concentrándome en la prensa de calidad.

En otras palabras, a los 50 años creo que me he ganado el privilegio de reducir la marcha. Espero que esta tentativa de revitalización personal sea fructífera, que me dé la posibilidad de satisfacer más mi curiosidad y mi necesidad de juego, y me permita contribuir con más películas.

Copenhague, 31 de enero de 2005
Lars von Trier