NOTAS - Extractos de una entrevista realizada por Charles Tesson para “Les Cahiers du Cinéma”.

Conocí a Brillante Mendoza en el Festival de Cannes, en 2009, durante la ceremonia de clausura como presidenta del jurado. Acababa de ganar el Premio al Mejor Director su película Kinatay. También había visto Serbis, y me gustaba la sensación de libertad que se desprendía de Kinatay, una especie de gesto cinematográfico que no parecía estar cargado de restricciones. Luego, por casualidad, volvimos a vernos unos meses después en Sao Paulo, donde yo trabajaba en la obra “Quartet”, dirigida por Bob Wilson, y donde él había ido a presentar Kinatay. Estaba preparando su siguiente película, CAUTIVA, y me ofreció un papel.

Durante los días previos al rodaje se aseguró de que los actores no se conocieran, sobre todo los “separatistas” y los “rehenes”, para salvaguardar un cierto ambiente. Cuando llegué, no conocía a nadie, y los actores que hacían de captores eran bastante aterradores. Sin embargo, solo era el comienzo, ya que el rodaje iba a ser cronológico. Y según filmamos, día tras día, de acuerdo con la historia, la película empezó a captar una especie de progresión. Durante el rodaje, leí el maravilloso libro de Ingrid Betancourt, que me ayudó a construir mi personaje: el agotamiento absoluto, la sensación de que nunca va a acabar, el moverse continuamente de un lado a otro… Rodamos en sitios muy diferentes a unas cinco horas de Manila y acabamos en una antigua base estadounidense donde se supone que Coppola rodó algunas escenas de Apocalypse Now.

Brillante Mendoza es un director que recrea minuciosamente todas las condiciones requeridas por un documental, desde la locura más absoluta a lo más inesperado. Según avanza la historia, es capaz de esculpir el tiempo, ya que a veces lo contrae y otras lo expande. Hubo escenas espectaculares, como la toma de rehenes, por ejemplo. Luego nos amontonaron en un barco diminuto en alta mar con un calor infernal. Otras escenas fueron muy violentas o centradas en el miedo. Compartimos la experiencia de los personajes y, como actores, reaccionábamos ante las situaciones, el entorno, el frío, la lluvia, el esfuerzo físico que se nos imponía día tras día. Las comodidades durante el rodaje eran, como mínimo, precarias. Rodamos de noche, en el barro, en lugares agrestes difíciles de alcanzar.

Desde que empecé mi carrera como actriz, siempre imaginé que esta profesión me ofrecería la posibilidad de ir más allá, lo más lejos posible. Rodar en otras partes del mundo con realizadores de otros horizontes intensifica el viaje interior. Cuanto más lejos se viaja, más se superan los límites interiores. Me atraen los realizadores que parecen alejados de donde estoy porque creo que la combinación puede dar lugar a algo inesperado. Es casi orgánico el resultado de trasladarme a otro universo.

Más aún, al estar con personas que no me conocen bien, me siento más libre. Podría creerse que me sentiría más intimidada, pero es todo lo contrario. Corresponde a mi concepto del cine, que consiste en crear un territorio tan real como ficticio donde pueda desarrollarse la imaginación. Soy capaz de abrirme con más facilidad y libertad en un territorio nuevo y desconocido. Por eso necesito hacerlo regularmente para seguir trabajando.



Nació en San Fernando, Filipinas. Estudió Bellas Artes y Publicidad en la Universidad de Santo Tomás, en Manila. Antes de ser realizador, trabajó como diseñador de producción en cine, televisión, teatro y publicidad. Se convirtió en un solicitado diseñador que trabajó para empresas de la talla de Cervezas San Miguel, Asia Brewery, McDonald’s, Procter & Gamble y Unilever.

En 2005 fundó una pequeña productora independiente, Centerstage Productions, con la que produjo su primera película, Masahista, ganadora del Leopardo de Oro en Locarno 2005, del Premio Interfaith en Brisbane y del Premio del Público en Turín. Su segunda película, Kaleldo, fue galardonada con el Premio Netpac en el Festival Jeonju de Corea y con el Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Durban. El documental Manoro ganó el Premio Cinemavenir en el Festival de Turín y el Premio al Mejor Director en Cinemanila 2006. Foster Child fue invitada a participar en la Quincena de Realizadores en Cannes 2007, y la protagonista, fue galardonada con el Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Nueva Delhi. Tirador ganó el Premio del Jurado en el Festival de Marrakech, el Premio Caligari en el Festival de Berlín 2008, y los Premios al Mejor Director, Mejor Película y Netpac en el Festival de Cine de Singapur. Serbis, una coproducción entre Filipinas y Francia, fue a concurso en el Festival de Cannes 2008, convirtiéndose en la primera película filipina en ser invitada a la Sección Oficial desde 1984. Su siguiente película, Kinatay, ganó el Premio al Mejor Director en Cannes 2009, y ese mismo año, Lola fue presentada a concurso en el Festival de Venecia y ganó el Premio al Mejor Largometraje en el Festival de Dubai. Su última película, CAUTIVA, participó en la Sección Oficial de la Berlinale 2012.
DEAD MAN DOWN (Niels Arden Oplev)
CAUTIVA (Brillante Mendoza)
EN OTRO PAÍS (Hong Sangsoo)
AMOR (Michael Haneke)
UNA MUJER EN ÁFRICA (Claire Denis)
VILLA AMALIA (Benoît Jacquot)
HOME/¿DULCE HOGAR? (Ursula Meier)
BORRACHERA DE PODER (Claude Chabrol)
GABRIELLE (Patrice Chéreau)
EXTRAÑAS COINCIDENCIAS (David O. Russell)
MI MADRE (Christophe Honoré)
LE TEMPS DU LOUP (Michael Haneke)
8 MUJERES (François Ozon)
LA PIANISTA (Michael Haneke)
LA COMEDIA DE LA INOCENCIA (Raoul Ruiz)
GRACIAS POR EL CHOCOLATE (Claude Chabrol)
LA ESCUELA DE LA CARNE (Benoît Jacquot)
NO VA MÁS (Claude Chabrol)
LAS AFINIDADES ELECTIVAS (Paolo y Vittorio Taviani)
LA CEREMONIA (Claude Chabrol)
DESPUÉS DEL AMOR (Diane Kurys)
ASUNTO DE MUJERES (Claude Chabrol)
ENTRE NOSOTRAS (Diane Kurys)
PASIÓN (Jean-Luc Godard)
1280 ALMAS (Bertrand Tavernier)
LA PUERTA DEL CIELO (Michael Cimino)
LOULOU (Maurice Pialat)
SALVE QUIEN PUEDA, LA VIDA (Jean-Luc Godard)
EL JUEZ Y EL ASESINO (Bertrand Tavernier)
LOS ROMPEPELOTAS (Bertrand Blier)